Además de la yerba...

Obedeciendo a costumbres regionales en algunos casos o a su propio gusto o curiosidad en otros, algunos cebadores suelen agregar a mate distintos aditivos con el fin de modificar su sabor, aroma o apariencia. Si bien no existen límites ni convenciones al respecto de la calidad o cantidad de los mismos, se enumera a continuación los más comunes:

Cáscara de naranja o limón fresca o seca;
Gajo de menta, yerbabuena, poleo, cedrón, peperina, boldo, u otro yuyo fragante;
Una cucharadita de café;
Yema de huevo revuelta en azúcar molida agregada en cada cebado (muy vistoso por la espuma que forma).

Porque cebar?

¿Por qué se dice cebar mate en vez de servir mate?
El cebar mate bien, requiere una suma de conocimientos y cuidados especiales. En algunas familias antiguas sólo lo hacían sirvientas especialmente dedicadas a este arte, llamadas cebadoras de mate.
La palabra cebar expresa la idea de mantener, alimentar, sustentar algo en estado floreciente. Al decir cebar mate se quiere significar, no el acto de llenar el mate con agua caliente, sino mantener ese mate en condiciones siempre apetitosas.

Lo leí en: Soy Gaucho

Tendría que agregar que incluso hoy, entre los gauchos y arrieros o entre un grupo de amigos, sea en un taller mecánico, una oficina o un banco, siempre hay alguien que se especializa en hacerlo. Para aquellos tomadores habituales, generalmente exigentes, un mate mal cebado es casi un insulto. No es raro que se escuche decir, al tiempo que devuelve el mate, "no, este mate es de gringos" como atribuyendo la ignorancia en cebar mate a la nacionalidad del cebador.

Nueva yerba mate con bajo contenido de cafeína

Desarrollan una variedad de yerba mate con bajo contenido de cafeína y con antioxidantes
Se trata de la especie Ilex dumosa, cuyo bajo contenido de cafeína es del 0,15 % y además tiene un buen nivel de polifenoles, unos antioxidantes beneficiosos para la salud.
"Es una buena alternativa entre quienes consumen mate pero tienen intolerancia a la cafeína", señaló el Ingeniero Agrónomo Sergio Prat Kricun de la Estación Experimental Agropecuaria Cerro Azul del INTA en la Provincia de Misiones.
Por mucho tiempo, la especie Ilex dumosa fue cultivada y elaborada en conjunto con la yerba mate. "Era considerada un cultivo acompañante", afirmó Prat Kricun. Y agrega: "Con la creación de Comisión Reguladora de la Yerba Mate (CRYM) en 1935, se prohibió su mezcla con la yerba mate, que debía elaborase exclusivamente con Ilex paraguarienses, por lo que lentamente sus plantaciones fueron desapareciendo.

En aquel entonces estudios in vitro de Ilex dumosa indicaban la presencia de metabolitos vegetales que podían no ser aptos para el consumo humano, "sin embargo, diversas evaluaciones que realizamos comprobaron que al ser procesada esa planta, de forma similar a la yerba mate, se obtiene un producto seguro y de alta calidad para la salud humana", indicó Kricun.

Hasta 1990 existían plantaciones en pequeñas superficies en Campo Viera (Misiones), mezclada con yerba mate. Teniendo en cuenta las cualidades de esa especie para el consumo humano, Prat Kricun y un equipo de colegas obtuvieron cultivos mejorados de Ilex dumosa a partir del Banco de Germoplasma (colección de material vegetal vivo, en forma de semillas y otros recursos) disponible en esa unidad del INTA, el cual contaba con 24 orígenes de dicha especie.
"Las dos variedades de la especie Ilex dumosa se denominan ILM 44/6 INTA e ILM 48/3 INTA", indicó Prat Kricun. Y continuó: "Estas especies a fines a la yerba mate suelen estar poco afectadas por plagas y enfermedades, presentan amplia adaptación ambiental y alta tolerancia a bajas temperaturas y sequía. Asimismo tienen una excelente adaptación a la cosecha manual o mecánica y tienen un alto rendimiento industrial."

Si bien las dos variedades fueron inscritas este año en el Registro Nacional de Propiedad de Cultivares de la SAGPYA, en el año 2005 fueron incorporadas al Código Alimentario Argentino tras la realización de varias evaluaciones.
"Las variedades de Ilex dumosa se consumían en la época colonial en Brasil, Paraguay y Argentina. De hecho aún continúa su aprovechamiento conjunto con la yerba mate en yerbales naturales, localizados en los estados brasileños de Santa Catarina y Paraná. Algunos escritos indican que los misioneros jesuítas elaboraban con esa especie su afamada yerba mate Caá-Miní o 'Caá Mirí", aseguró Prat Kricun. Y agregó: "Ahora se retoma lentamente el empleo de esta variedad vegetal para la elaboración de infusiones."

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Mates largos, mates cortos

La diferencia se hace en relación a la cantidad de agua con que es llenado el mate.
La duración recomendada de un mate (aquella en que el placer de tomarlo y su sabor encuentran un equilibrio natural) es de dos a tres sorbos más o menos normales. Podemos concluir entonces que no influirá en esta clasificación el tamaño físico del recipiente, sino la proporción que corresponde a la cebadura dentro de éste.

El tamaño del recipiente nos dará una idea del uso a que está destinado, debido a que la cantidad de yerba que éste pueda alojar está directamente relacionada con el rendimiento de la cebadura (cantidad de mates que puedan cebarse sin necesidad de arreglo o renovación), correspondiendo el mate de mayor tamaño generalmente a un uso grupal y el más pequeño al matero individual.

Influye sí la calidad de crecedora o no que pueda tener la yerba utilizada. Si la yerba es crecedora, se hinchará paulatinamente restando capacidad a la calabaza y, en consecuencia, acortando los mates. Para remediarlo, el cebador deberá hacerlo "bostear", es decir, valiéndose de la paletilla de la bombilla, desalojar una porción de yerba a fin de recuperar la capacidad originalmente destinada al agua.
Es el cebador quien deberá poner a prueba su conocimiento del mate (la capacidad de la calabaza) y la yerba utilizados, para armar la cebadura con la proporción correcta, a fin de lograr mates de una duración adecuada.
Por último, cabe señalar que un factor que indirectamente influye en la duración de los mates es la temperatura del agua que, aún cuando no varíe en su cantidad, actúa sobre la percepción del tomador, haciéndole acortar o alargar los sorbos. Así, para una misma cebadura, el agua más caliente nos dará la sensación de un mate más largo, y el agua de menor temperatura, de un mate más corto

El Mate. Tomo 1 (y no tomo más)

Tomo 1 y no tomo más

50 hectolitros de mates no sirven para inspirarse en escribir una nota.
Pero sí se los puede llegar a conocer lo suficiente como para escribir algún libro que se titule “Mate, introducción básica de la bombilla. Tomo 1” o “Filosofía, ciencia y mate. Tomo 1 y no Tomo más”. Desde tiempos remotos el hombre a cuestionado cuál es la esencia del mate, es decir, qué es lo que atrae al hombre (o mujer, no soy machista) a tomar mate. Elemento que, a la hora de las novelas, es para muchas mujeres, indispensable. Y práctico para un domingo a la tarde. Claro que con estos calores riojanos uno puede llegar a derretirse por dentro de la bombilla. ¿Pero díganme si en una mañana fresca de primavera no caerían bien unos matienzos?.
Conozcamos mejor este fenómeno.

CLASES DE MATES
Hay varias clases de mates, formas y color, para empezar están los de madera, que son los que crearon Adán y Eva, (por eso después Dios los hecho). Adán le había dicho a Eva:-¿Tomamos mate o fifamos? - Yyyy....yerba no hay!!. Contestó Eva. (El chiste es de ese tiempo también).

Después la ciencia, de la mano de la computación, hizo el de chapa enlozada y el de loza. Y ante la imposibilidad de poder comprarlos, se buscaron en la naturaleza y no naturaleza, objetos que tengan agujeros. Se utilizaron vasos de vidrios, vasos plásticos, latas de cervezas, chapitas de gaseosas, calabazas, cuernos, conchas (marinas), porongos (de esos no) y otras obscenidades parecidas. Por eso, se decía que era de los pobres, por los bajos recursos de donde lo sacaban. Mas tarde pasó a ser de los ricos, ya que la yerba valía oro. Y ahora estamos en igualdad, los ricos siguen tomando mate y nosotros seguimos siendo pobres.

INGREDIENTES
Ponerle yerba a un mate no es novedad. Ponerle azúcar es una suerte. Pero ponerle tilo, boldo, café, peperina, cáscaras secas de limón, de naranja, de banana, ruda macho, ajo, o cebolla es un verdadero elixir de la descompostura. Y hablando de elixir podríamos hablar también de los gualichos contra el odio, el mal de amores, envidia, hepatitis, diarrea, piorrea y la caspa. Pero de esto nos encargaremos mas adelante, (unos 50 años más adelante).

El Mate: Tomo 2 y me duele la panza


PREPARACIÓN.
En ésta parte nos referiremos sobre todo, a quién los va a preparar. Lo primero que hay que hacer es calentar el agua hasta que este a punto (de hervirse y no de evaporarse). Se le agrega azúcar (opcional) y le encajamos la bombilla como le meteríamos el dedo en ojo si nos dice que el mate es una porquería. Esperemos a que se caliente el agua para la...
CEBADA.
Tomar un mate corto es hazaña del más rápido. Hay que ser muy ágil para llevar ese mate a la boca antes de que se termine solo. Sin embargo, con el largo es dramático, uno se imagina que en ese mate esta dejando sin agua a vaya a saber cuántas familias. Es tan trágico como querer tomar uno tapado. Se le suele pegar por debajo suavemente con los dedos, si sigue tapado se le pega un poco más fuerte, si todavía insiste en estar tapado, se le suele revolear por las paredes, si no se destapó, es hora de que comience a pensar en un rico café con leche.
Una yerba nueva trae la espuma, y la espuma úlcera. Por eso lo mejor y aunque no sea muy rico son los lavados. Mate lavado, cago asegurado. Con los mates fríos es distinto, uno llega a sentir ese dolor de dientes que se asemeja al masticar un cubito.
Cuando nos ceban uno caliente, se presta virtual atención si el agua no cae al piso, atravesando el mate, posa mate y mesa.
Muchas veces nos deja un terrible dilema el mate tibio, ya que no sabemos de que quejarnos, porque frío no está, pero caliente tampoco.
Y lo más importante: siempre hay que asegurarse de que el primer mate nunca sea nuestro.

CONCLUSIONES
Con todo esto llegamos a la infeliz conclusión de tomar mate en cualquier lado es sólo para valientes. Nos encontramos, a veces, ante la impotencia de no poder cebar nosotros nuestros propios mates. Cosa que lamentamos pero no nos resignamos, al menos yo. Cuando tomo uno o dos mates y me dan lástima, le digo al cebador que está un poco amargo, si no le puede cambiar la bombilla, que le saque un poco de yerba y de paso que me traiga un vaso de chocolate caliente.
GeRO Gerardo Reimers Ortiz