- Brindar un mate al recién llegado es una cortesía, traduce el agrado o felicidad que se siente hacia el recién llegado. Si el invitado lo rechaza se traduce como desprecio.
- El mate no se puede pedir, por más ansias que se sientan.
- El invitado al tomar mate no puede regir la forma de cebarlo. Entre otras cosas, no puede cuestionar ni la temperatura, ni los aditivos que se le agregan, como el azúcar o los yuyos.
- Es correcto sorber totalmente el mate, sin importar la particular sonoridad final del mate que nos indica que está vacío.
- Nadie puede tomar menos de dos mates.
- El primer mate, es para los espíritus, el segundo y el último para el cebador.
0 comentarios:
Publicar un comentario